Fue en una tarde soleada, en una pequeña cafetería de Budapest. Felix, un chico amable pero un poco tímido, estaba sentado solo en una mesa tomando un café y revisando su teléfono celular. Mientras tanto, Viktoria entró en la cafetería con una sonrisa en su rostro y un vestido azul celestial. Ella estaba buscando una amiga para tomar un café, pero no pudo evitar fijarse en Felix. Decidió acercarse a su mesa y preguntarle si podía sentarse con él. Felix, deslumbrado por la belleza de Viktoria, accedió amablemente. Empezaron a conversar y descubrieron que ambos compartían una pasión por el arte y la literatura. En poco tiempo, se dieron cuenta de que habían creado una conexión especial, una conexión que no hacía falta explicarse. Desde entonces, Felix y Viktoria han sido inseparables, explorando juntos la hermosa ciudad de Budapest y descubriendo nuevas cosas el uno del otro. Su historia de amor comenzó ese día en la cafetería, y desde entonces, no han dejado de crear nuevos capítulos juntos.