Alexandra-Silk y Voodoo se conocieron por casualidad en una galería de arte en Nueva York. Alexandra estaba admirando una pieza de arte moderno cuando Voodoo se acercó y le preguntó su opinión sobre la obra. Alexandra quedó impresionada con su conocimiento sobre el arte y comenzaron a charlar sobre su amor compartido por la creatividad y la expresión artística. Después de la charla, Alexandra le preguntó a Voodoo si le gustaría unirse a ella en un café cercano para continuar la conversación. Voodoo aceptó con entusiasmo, y se dirigieron al café donde pasaron horas hablando sobre sus intereses y pasatiempos. Descubrieron que tenían mucho en común, incluido su amor por la música y la comida japonesa. Desde entonces, Alexandra y Voodoo se han mantenido amigos cercanos y han explorado la ciudad juntos, asistiendo a eventos de arte y festivales de música. Su amistad ha crecido y se ha fortalecido a lo largo de los años, y ahora se consideran una gran inspiración el uno para el otro.