Un día soleado, Daniella-Rush caminaba por la calle en busca de un lugar para tomar un café y relajarse. Encontró una pequeña cafetería y decidió entrar. Mientras se sentaba en una mesa, escuchó una voz familiar detrás de ella. Se dio la vuelta y se sorprendió al ver a Voodoo, un amigo de la universidad que no había visto en años. Ambos se abrazaron y comenzaron a conversar sobre lo que habían estado haciendo en sus vidas mientras saboreaban deliciosos cafés. Al terminar sus bebidas, decidieron salir a caminar por la ciudad juntos y ponerse al día sobre sus vidas. Desde entonces, Daniella-Rush y Voodoo se convirtieron en grandes amigos y siempre buscarían excusas para pasar tiempo juntos.