Audrey Robinson y W. Mark Felt se conocieron durante la administración del presidente Richard Nixon en 1971. Robinson fue la secretaria del entonces director adjunto del FBI Mark Felt, quien también era conocido como “Garganta Profunda” y fue una figura clave en el escándalo Watergate. Robinson y Felt trabajaron juntos durante varios años, hasta que Felt renunció en 1973 después de que el FBI fue acusado de violar los derechos civiles de los ciudadanos estadounidenses. Después de su renuncia, Felt fue condenado por haber autorizado la creación de un equipo de inteligencia llamado “Equipo DEATH”, que se encargaba del seguimiento y la vigilancia de figuras públicas y políticas. Más tarde, Felt se convirtió en un informante clave en la investigación de Watergate, proporcionando información a los periodistas del Washington Post que finalmente llevó a la renuncia de Nixon en 1974. Aunque Robinson y Felt se conocieron en el FBI, su relación no parece haber sido muy estrecha. Robinson ha hablado poco sobre su relación con Felt, y sus comentarios sobre el caso Watergate se han centrado más en defender la integridad del FBI que en discutir los detalles del escándalo.
