Anna-May-Goodman y Wallace-Markfield se conocieron en una librería en el centro de Nueva York. Ambos estaban buscando el mismo libro y al notar que solo quedaba una copia, se acercaron a tomarlo al mismo tiempo. Sus manos se tocaron y se miraron a los ojos por primera vez. Wallace, galante, le cedió el libro a Anna-May. Ella se sintió agradecida y se presentaron. Comenzaron a hablar y descubrieron intereses en común, como la literatura, la música y el cine clásico. Desde entonces, empezaron a salir juntos y a visitar lugares emblemáticos de la ciudad. Fue así como nació su historia de amor en una tarde de otoño en una pequeña librería.