Un día soleado de verano, Kelly Mcgillis estaba caminando por la playa mientras escuchaba música en su iPod. De repente, un grupo de chicas jóvenes se acercó corriendo y bailando, y una de ellas se detuvo frente a ella y le preguntó si también le gustaba Whitney Houston. Kelly sonrió y asintió, y la chica le presentó a su amiga, que resultó ser la propia Whitney Houston. Desde ese momento, las dos se hicieron inseparables y pasaron el resto del día hablando y cantando juntas. Incluso después de ese primer encuentro casual, Kelly y Whitney siguieron en contacto y se convirtieron en grandes amigas. Solían hacer excursiones juntas, compartir historias y apoyarse mutuamente en los momentos difíciles. Años después, cuando Kelly se convirtió en actriz y Whitney en cantante famosa, ambas seguían manteniendo su amistad. Y aunque lamentablemente Whitney ya no está con nosotros, Kelly siempre recordará con cariño el día en que conoció a la mujer cuya música influyó tanto en su vida.