Mary-Scanlan y William-Spier se conocieron en un paseo por el parque. Mary estaba caminando con su perro, Toby, cuando de repente se encontró con William, que estaba leyendo un libro bajo un árbol. Toby se acercó corriendo al libro y lo tomó con su boca, lo que hizo reír a Mary. William se presentó y luego de recuperar su libro, comenzaron a charlar animadamente. Descubrieron que compartían muchos intereses y gustos similares, lo que los llevó a caminar juntos por el parque durante horas. Finalmente, decidieron intercambiar números de teléfono y seguir en contacto. A partir de ese día, comenzaron una hermosa amistad que se convirtió en una relación amorosa.