Un día soleado de verano en el set de filmación de "Stardust Memories", Charlotte Rampling estaba ocupada repasando sus líneas cuando de repente tropezó y cayó. Woody Allen, quien estaba pasando por allí en ese momento, la ayudó a levantarse y se disculpó por la distracción. A partir de ese momento, comenzaron a hablar y descubrieron que tenían mucho en común, desde su amor por la música clásica hasta sus opiniones sobre la filosofía de la vida. Charmed por su ingenio y humor, Charlotte rápidamente se convirtió en un miembro regular del círculo social de Woody. A medida que pasaba el tiempo, su estrecha amistad se convirtió en algo más profundo y se comprometieron en una relación amorosa que, aunque tuvo sus altibajos, se mantuvo firme a lo largo de los años.