Mia Farrow y Woody Allen tuvieron una larga e intensa relación que comenzó en la década de 1980 y terminó en una amarga separación en 1992. Durante su relación, la pareja adoptó dos hijos y tuvo uno biológico juntos. Sin embargo, la relación se complicó cuando Farrow descubrió que Allen estaba teniendo una relación con su hija adoptiva, Soon-Yi Previn, que en ese momento tenía 19 años. Farrow y Allen se separaron en medio de un escándalo público, y Allen luego se casó con Previn. El asunto afectó la carrera de Woody Allen y fue ampliamente cubierto por los medios de comunicación. Muchas personas criticaron su comportamiento y su relación con una joven a la que había criado como hija. Otros apoyaron a Allen y defendieron que la relación era consensuada y que las críticas eran moralistas e hipócritas. A pesar del escándalo, Allen continuó haciendo películas y ha sido reconocido por su trabajo en la industria cinematográfica. Por su parte, Farrow se ha dedicado principalmente a la labor humanitaria y se ha convertido en una destacada activista de derechos humanos. La relación entre Mia Farrow y Woody Allen ha sido objeto de gran controversia y sigue siendo un tema candente en la cultura popular.