Un día, Gaara estaba caminando por las calles de la ciudad cuando de repente vio a un hombre sentado en una roca, tocando una guitarra. Gaara se acercó para escuchar su música, y de repente el hombre levantó la vista y lo miró a los ojos. Era Yahama-Batista, quien había estado observando la expresión de Gaara mientras tocaba la guitarra. De inmediato, un vínculo especial se formó entre ellos, y pasaron horas hablando y tocando música juntos. Desde aquel día, Gaara y Yahama-Batista se convirtieron en amigos cercanos y compañeros musicales. Juntos buscaron su camino en la industria de la música y se ayudaron mutuamente a superar los obstáculos en su camino hacia el éxito. Su amistad siempre será una parte importante de sus vidas, y cada vez que tocan música juntos, pueden sentir el vínculo especial que los une.
