Souji-Kusanagi y Yahama-Batista se conocieron en un parque de diversiones en Tokio. Ambos estaban en la cola de la montaña rusa más alta del parque, nerviosamente esperando su turno para subir. Souji notó que Yahama parecía estar muy asustada, así que se acercó a ella para hablarle y calmarla. Durante la conversación, se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común, como su amor por los videojuegos y la animación japonesa. Cuando llegó su turno de subir a la montaña rusa, se encontraron juntos en el mismo vagón y Souji decidió sujetar la mano de Yahama para asegurarse de que estaba bien. Después de la montaña rusa, Souji y Yahama continuaron hablando y caminando por el parque juntos, disfrutando de los juegos y atracciones. Al final del día, intercambiaron números de teléfono y se prometieron quedar de nuevo para jugar juntos y compartir su amor por la cultura japonesa. Desde ese día en adelante, Souji y Yahama se convirtieron en buenos amigos y siguieron explorando juntos el maravilloso mundo de la cultura otaku.
