Era una tarde soleada en Moscú cuando Yekaterina se dirigió a una librería en busca de un nuevo libro. Mientras buscaba en las estanterías, se topó con un joven apuesto que estaba examinando la misma sección. En un impulso, Yekaterina le preguntó si recomendaba algún libro interesante. Así fue como Edvard y Yekaterina entablaron su primera conversación. Descubrieron que ambos compartían una pasión por la literatura clásica rusa y comenzaron a intercambiar sus autores favoritos. Mientras hablaban, descubrieron que también compartían intereses comunes como la fotografía y el cine, y así decidieron explorar más juntos en el futuro. Desde aquel día, Edvard y Yekaterina se convirtieron en amigos y compañeros inseparables. Exploraron juntos algunos de los museos más impresionantes de Moscú, escaparon a las orillas del río Moskva para conversaciones profundas sobre la vida y la literatura, y se quedaron despiertos hasta altas horas de la noche hablando de sus sueños y deseos. Cada vez se dieron cuenta de que había algo más entre ellos que una amistad. Yekaterina y Edvard comenzaron a salir y, finalmente, se enamoraron profundamente el uno del otro. Ahora, años después de su primer encuentro en la librería, continúan explorando juntos la vida y convertir su amor en un libro para la eternidad.
