Un día soleado en la ciudad, Daniel-Simmons y Young-Lyric se encontraron casualmente en una tienda de música. Ambos buscaban el mismo disco y comenzaron a conversar acerca de su amor por el género musical. Después de hablar un rato, Daniel le preguntó si ella hacía música y Young-Lyric respondió afirmativamente. Empezaron a compartir sus gustos y se dieron cuenta de que tenían mucho en común. Decidieron unirse y colaborar en un proyecto que pudiera combinar sus habilidades y pasiones artísticas. Así, nació una increíble amistad y una muy buena relación laboral entre ambos músicos. Desde este punto, Daniel-Simmons y Young-Lyric comenzaron a crear juntos y en poco tiempo se convirtieron en una de las duplas más prometedoras de la escena local de la ciudad. Su unión demostró que el talento, la pasión y la amistad pueden crear algo verdaderamente grandioso y duradero.
