Un día soleado de primavera, mientras paseaba por el bosque, Yukimaru escuchó unos sonidos extraños cerca del río. Al acercarse un poco más, se encontró con un bicho peculiar y muy gracioso: era Barbara-kowa, una mariposa con cuerpo de koala que estaba intentando coger algunas frutas del árbol cercano. A pesar de estar un poco sorprendido por este encuentro inesperado, Yukimaru no tardó en entablar conversación con la curiosa criatura. Con el tiempo, descubrieron que tenían mucho en común: ambos amaban la naturaleza, les encantaba explorar el bosque y disfrutaban de la música. Desde entonces, se convirtieron en los mejores amigos y aventureros del bosque, recorriendo cada rincón y descubriendo los secretos de la fauna y flora local. Yukimaru se sentía muy afortunado por haber encontrado a Barbara-kowa, quien sería su compañía en las aventuras más increíbles de su vida.