Yulissa y Sebastián se conocieron en una cafetería. Él estaba sentado en una mesa leyendo un libro y ella entró para buscar un lugar dónde sentarse y tomar un café. Al ver que todos los asientos estaban ocupados, Sebastián se ofreció a compartir la mesa con ella. Después de conversar un rato, descubrieron que ambos compartían la pasión por los viajes y la comida exótica. Decidieron intercambiar números y continuar hablando. La conexión entre ellos era innegable y no tardaron mucho en organizar una cena juntos para seguir conociéndose. Desde entonces, han sido inseparables y han recorrido juntos muchos lugares fascinantes alrededor del mundo.