Yuri Sakazaki estaba en la playa disfrutando de un día soleado de verano cuando de repente vio a una ardilla corriendo hacia ella. La ardilla, que resultó ser Sandy Cheeks, estaba escapando de una banda de ratones que la perseguían. Yuri no pudo resistirse a la ternura de Sandy y la tomó en sus brazos para protegerla. Desde ese momento, Sandy y Yuri se convirtieron en amigas inseparables. Pasaron todo el día jugando y divirtiéndose en la playa, mientras disfrutaban del sol, la arena y el mar. Pero la amistad de Yuri y Sandy no terminó en la playa. A partir de ese día, se mantuvieron en contacto y se visitaron mutuamente en sus hogares. Yuri le enseñó a Sandy artes marciales y Sandy le enseñó a Yuri el arte de la ciencia. Así fue como nació una amistad única y especial entre dos chicas de mundos muy diferentes, que nunca olvidarían aquel día en la playa en el que se conocieron por casualidad.
