Un día soleado en Madrid, Zaira caminaba por la calle mientras Jakob navegaba por la ciudad en su moto. En un semáforo en rojo, los dos se quedaron frente a frente. Zaira quedó hipnotizada por la mirada penetrante de Jakob, mientras que él quedó cautivado por su belleza natural. Sin decir una palabra, el semáforo cambió a verde y ambos continuaron su camino. Pero algo había cambiado en ellos. A partir de entonces, cada vez que caminaba por el centro de la ciudad, Zaira esperaba ver a Jakob pasar en su moto. Un día, finalmente lo encontró y se atrevió a hablarle. La conversación fluyó naturalmente y Jakob quedó prendado por el ingenio de Zaira. Desde entonces, se encontraban en ese mismo lugar todos los días a la misma hora para tomar un café juntos y compartir sus sueños y esperanzas. Así comenzó su historia de amor en la ciudad de Madrid.