Zivile y Paul se conocieron en una fábrica de muebles. Zivile estaba trabajando como diseñadora de interiores y Paul era el gerente de la fábrica. Un día, Zivile tuvo que discutir con Paul sobre un problema con la entrega de un sofá para uno de sus clientes. Durante la discusión, se dieron cuenta de que compartían ideas similares sobre el diseño y la fabricación de muebles. A partir de ese momento, comenzaron a colaborar en muchos proyectos juntos y se convirtieron en buenos amigos y socios de negocios. Se complementaron muy bien y se convirtieron en una pareja inseparable en la vida. Con su pasión por el diseño y la creatividad, Zivile y Paul formaron una gran pareja en todos los aspectos de su vida.
