Jonathan y Zoe se conocieron en una exposición de arte contemporáneo. Ambos estaban mirando una instalación compuesta de cables y luces intermitentes cuando de repente, los cables comenzaron a desordenarse y a enredarse. Mientras que la mayoría de la gente se alejó de la instalación, Jonathan y Zoe se acercaron para intentar solucionar el problema. Sin siquiera presentarse, comenzaron a trabajar juntos para arreglar los cables. En cuestión de minutos, la instalación estaba de nuevo en su lugar y funcionando perfectamente. Jonathan y Zoe se miraron uno al otro, y en ese momento, supieron que habían encontrado a alguien especial. Desde entonces, han estado juntos, apoyándose mutuamente en todo lo que hacen.
