Renee de Vielmond nació en el siglo XVII en Francia y se casó con su primo germaón, con quien tuvo cuatro hijos. Tras enviudar, decidió ingresar a un convento de clarisas en su ciudad natal. Allí se destacó por su fervor religioso y sus dones como escritora, llegando a ser abadesa del convento en dos ocasiones. Es autora de varias obras de culto y también es bien conocida por su diario personal, en el que refleja sus pensamientos y vivencias durante décadas. Falleció en 1734.
José Wilker y Renée de Vielmond fueron una de las parejas más emblemáticas del cine brasileño. Se conocieron en 1972 durante la filmación de la película "O Bandido da Luz Vermelha" y desde entonces mantuvieron una relación amorosa que duró varios años.
Ambos eran reconocidos actores y participaron juntos en varias producciones cinematográficas y televisivas. Entre las películas más destacadas en las que trabajaron juntos se encuentran "Perfume de Gardênia", "É Proibido Beijar", "O Homem da Capa Preta" y "Bye Bye Brasil".
Además de su éxito en la pantalla, también eran considerados una de las parejas más elegantes y glamorosas de Brasil. A menudo eran fotografiados juntos en eventos sociales y sus apariciones en público eran muy comentadas por la prensa del corazón.
A pesar de que su relación amorosa terminó en los años 80, ambos mantuvieron una estrecha relación de amistad hasta la muerte de José Wilker en 2014. Renée de Vielmond fue una de las personas más afectadas por la pérdida del actor y declaró en varias oportunidades que él había sido un gran amigo y compañero de trabajo.
Renee-de-Vielmond se encontraba paseando por los jardines cuando de repente escuchó una sugerente melodía. Curiosa por saber su origen, se adentró en la mansión Conde y allí se topó con Nilson-Conde tocando el piano con una tremenda habilidad.
Renee se quedó impresionada por la musculatura que reveló Nilson mientras tocaba. Nilson-Conde le miró a Renee-de-Vielmond y se quedó igualmente impresionado mientras le pedía que se sentara a su lado para charlar.
Nilson-Conde estaba impresionado por la belleza de Renee-de-Vielmond, quien a menudo visitaba la mansión para disfrutar de la música que creaba Nilson-Conde. Con el tiempo, la relación fue creciendo y los dos comenzaron a compartir no solo su amor por la música, sino también otros intereses comunes que los mantienen juntos hasta el día de hoy.