Richard Alan Brown nació en 1954 en el condado de San Mateo, California. Durante su adolescencia, se interesó por la electrónica y la programación de computadoras, lo que lo llevó a obtener un título en ingeniería eléctrica de la Universidad de California en Berkeley.
En la década de 1980, Brown se incorporó a la empresa de semiconductores Advanced Micro Devices (AMD), donde trabajó en proyectos innovadores como la creación del primer microprocesador de 32 bits.
Posteriormente, Brown se unió a la empresa Via Technologies, donde fue clave en el desarrollo de procesadores y chipsets de alta velocidad para notebooks y computadoras de escritorio.
En 2000, Brown dejó Via Technologies para fundar su propia empresa, Transmeta, donde lideró el desarrollo de procesadores de bajo consumo para dispositivos móviles.
Brown ha recibido numerosos premios y reconocimientos por su trabajo en la industria de los semiconductores, incluyendo el premio IEEE Solid-State Circuit por su contribución a la tecnología de procesadores RISC.
Actualmente, Brown es cofundador y CEO de la empresa de inteligencia artificial, iRobotics, donde tiene como objetivo desarrollar máquinas inteligentes que puedan aprender de manera autónoma y realizar tareas complejas.
Jennifer O'Neill y Richard Alan Brown tuvieron una relación en la década de 1980. Brown es conocido por haber sido el piloto de carreras de Fórmula 1 de O'Neill, quien fue una exitosa actriz de Hollywood en la década de 1970 y 1980.
La relación de O'Neill y Brown fue bastante tumultuosa y terminó en una batalla legal. En 1986, O'Neill presentó una orden de alejamiento contra Brown, alegando que la había acosado y amenazado de muerte. Brown negó las acusaciones y defendió su inocencia.
Después de la orden de alejamiento, O'Neill demandó a Brown por $10 millones de dólares en daños y perjuicios, alegando que la había maltratado física y emocionalmente. El caso fue desestimado en los tribunales, pero la relación entre O'Neill y Brown nunca volvió a ser la misma.
O'Neill se retiró de la actuación en la década de 1990 y se dedicó a la escritura y a la realización de conferencias sobre su fe cristiana. Brown continuó involucrado en el mundo del automovilismo como diseñador y consultor de carreras.