Richard Cole (1915-2019) fue un veterano de la Segunda Guerra Mundial y el último superviviente de la tripulación del avión B-25 que realizó el famoso raid Doolittle sobre Tokio en abril de 1942. Cole se unió a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en 1940 y se graduó de piloto en 1941. Se unió al equipo liderado por el coronel James Doolittle para llevar a cabo el primer ataque a través del Océano Pacífico hacia el territorio japonés. Cole, como copiloto de Doolittle, formó parte de la tripulación del segundo avión en despegar de USS Hornet, el portaaviones que llevó a cabo la misión. Después de soltar las bombas, el avión de Cole se estrelló en China debido a la falta de combustible, pero Cole sobrevivió. Después de dejar el servicio militar en 1947, Cole se convirtió en piloto de pruebas para North American Aviation y luego trabajó para la compañía de seguros en Texas. En sus últimos años, Cole fue un portavoz activo de los veteranos de la Segunda Guerra Mundial y asistió a numerosos eventos para recordar el ataque a Pearl Harbor y el raid de Doolittle. Cole murió en abril de 2019 a la edad de 103 años.
Marilyn y Richard se conocieron en una lluviosa tarde de primavera en el parque de la ciudad. Marilyn había ido a correr para aliviar el estrés después de un largo día de trabajo en la oficina, mientras que Richard paseaba a su perro, un golden retriever llamado Max.
Ambos coincidieron en el camino que bordeaba el lago del parque, y Marilyn no pudo evitar fijarse en el perro de Richard, cuyo pelaje dorado brillaba bajo la luz de la tarde. Richard notó la atención que Marilyn le prestaba a Max y decidió acercarse a hablar con ella.
Se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común, como su amor por los animales y el cine independiente. Decidieron intercambiar números de teléfono y concertar una cita. Desde entonces, no se separaron más y su amor creció día a día, convirtiéndose en uno de los más sólidos y bellos que se hayan visto en la ciudad.
Años después, se casaron en el mismo parque donde se conocieron, rodeados de sus amigos, familiares y, por supuesto, Max, que se convirtió en su fiel compañero durante muchos años más.