Robert Jones fue un empresario y aviador británico nacido en 1887 y fallecido en 1958. Durante su vida, Jones fundó y dirigió varias empresas relacionadas con la aviación y la ingeniería, como British-German Aerial Navigation Co., Jones Brothers Aircraft Corporation y la compañía aérea Air Transport and Travel. También fue piloto de pruebas para diferentes fabricantes de aviones y participó en varias carreras aéreas, en las que ganó varios premios.
Durante la Primera Guerra Mundial, Jones trabajó para el Ministerio de Guerra británico como inspector de motores de aviones y más tarde como director técnico en la empresa Grahame-White Aviation Company. Después de la guerra, fundó su propia empresa de aviación, que produjo varios modelos de aviones y se destacó por sus diseños innovadores y tecnológicamente avanzados.
Jones también fue un defensor de la aviación civil y trabajó para mejorar la seguridad y la regulación de la industria. En 1934, se convirtió en presidente de la nueva British Air Navigation and Engineering Company, que se fusionó con otras empresas para formar la compañía aérea nacional británica, British Overseas Airways Corporation (BOAC).
A lo largo de su vida, Jones fue reconocido por sus contribuciones a la aviación y la ingeniería, recibiendo varios honores y premios, como la Medalla de Oro de la Royal Aeronautical Society y el título de caballero en 1945.
Vera y Robert se conocieron en una pequeña cafetería en el centro de Madrid. Ambos estaban solos, sentados en mesas separadas, hasta que coincidieron en la cola para comprar un café. Sus miradas se cruzaron y comenzaron a hablar.
Descubrieron que tenían muchas cosas en común, entre ellas, su amor por la poesía y la música clásica. Pasaron horas charlando sobre sus vidas y sus intereses, y se dieron cuenta de que se sentían muy cómodos el uno con el otro.
Después de esa tarde, se encontraron en la cafetería varias veces más y empezaron a salir juntos. Poco a poco, se fueron enamorando y creando un vínculo cada vez más fuerte.
Finalmente, Vera y Robert se casaron en la misma cafetería en la que se conocieron, rodeados de amigos y familiares. Fue una boda llena de amor, que siempre recordarán con cariño y nostalgia.