Roberta Seidman es una mujer apasionada por el arte y la cultura, siempre en búsqueda de nuevos conocimientos y experiencias. Desde joven se interesó por la música y los libros, por lo que decidió estudiar música y literatura en la universidad.
Después de graduarse, trabajó como profesora de música en una escuela secundaria durante varios años, pero pronto se dio cuenta de que su verdadera pasión era la creación artística. Así que decidió dejar la enseñanza y enfocarse en su carrera como artista.
Actualmente, Roberta es reconocida por sus obras de arte abstracto, los que siempre han destacado por su estilo único y original. Además, es muy activa en la escena cultural de su ciudad, asistiendo a exposiciones y eventos de arte, y colaborando con otros artistas para crear trabajos conjuntos.
A pesar de su éxito como artista, Roberta nunca deja de buscar nuevas formas de expresión y crecimiento personal, y está siempre experimentando con diferentes técnicas y estilos. Su compromiso con su arte es algo que le ha permitido crear obras conmovedoras y vibrantes, que tocan a todos los que las ven.
John Garfield y Roberta Seidman tuvieron una relación amorosa en la década de 1940. Garfield, un destacado actor de cine estadounidense, conoció a Seidman mientras trabajaba en el Actor's Laboratory Theatre en Los Ángeles.
Seidman también era actriz y trabajaba como asistente de dirección en el teatro. La pareja comenzó a salir y se casó en 1935.
A pesar de su matrimonio, Garfield tuvo varias relaciones extramaritales a lo largo de su carrera. Seidman fue una presencia constante en su vida, apoyándolo emocionalmente y ayudándolo a administrar su carrera.
La relación de Garfield y Seidman fue interrumpida en 1951, cuando Garfield fue acusado de ser miembro del Partido Comunista de los Estados Unidos. Garfield fue llamado a declarar ante el Comité de Actividades Antiamericanas y Seidman lo acompañó como su asistente y apoyo emocional.
A pesar de negar su afiliación al partido comunista, Garfield fue incluido en la lista negra de Hollywood, lo que significó que no pudo trabajar en la industria del cine. La carrera de Garfield se vio gravemente afectada y murió de un ataque al corazón en 1952, a la edad de 39 años.
Seidman continuó su trabajo en el teatro y más tarde se convirtió en diseñadora de interiores. Permaneció cercana a la familia Garfield y se mantuvo activa en la promoción de la carrera de su esposo después de su muerte.