Roger Gage fue un hombre muy conocido en la historia de la medicina debido a un accidente que sufrió en el siglo XIX. En 1848, mientras trabajaba en una construcción en Vermont, una barra de hierro le atravesó el cerebro causando graves daños en su lóbulo frontal. Sorprendentemente, a pesar de las lesiones, Gage logró sobrevivir y recuperarse, pero su personalidad y comportamiento cambiaron drásticamente. Antes del accidente, Gage era un hombre tranquilo y responsable, pero después de él, se volvió impulsivo, desorganizado e incapaz de controlar sus impulsos. Estas características fueron fundamentales para descubrir la importancia del lóbulo frontal en las funciones ejecutivas, ya que fue el primer caso en el que se demostró cómo una lesión en esta área del cerebro podía alterar la personalidad. Después del accidente, Gage viajó por Estados Unidos y Europa para mostrarse como una curiosidad médica. Eventualmente, regresó a Vermont y trabajó en una granja hasta su muerte en 1860 a los 36 años. Su caso sigue siendo estudiado hoy en día y ha sido fundamental para comprender la relación entre la estructura cerebral y la personalidad.