Roland Young fue un actor británico nacido en 1887 en Londres. Comenzó su carrera en el teatro y luego se trasladó a Hollywood a principios de la década de 1920, donde se convirtió en un actor muy solicitado. Trabajó en películas como "The Unholy Three" (1925) y "The Bishop's Wife" (1947), por las que recibió una nominación al Oscar. También trabajó en televisión, siendo uno de los primeros actores en protagonizar una serie de comedia en TV, "The Roland Young Show", en la década de 1950. Roland Young falleció en 1953 en Nueva York, a la edad de 66 años.
Dorothy Ducroz y Roland Young eran dos actores británicos que trabajaron juntos en varias ocasiones durante la década de 1920 y 1930 en películas como "Chu Chin Chow" y "The Ghost Goes West".
Dorothy Ducroz nació el 28 de agosto de 1888 en Londres, Inglaterra, y comenzó su carrera en el mundo del espectáculo como bailarina. Más tarde se convirtió en actriz y trabajó en teatro, cine y televisión. Entre sus trabajos más destacados se encuentran las películas "The Private Life of Don Juan" y "Love, Life and Laughter". Ducroz también actuó en teatro en Londres y en Broadway.
Roland Young nació el 11 de noviembre de 1887 en Londres, Inglaterra, y también comenzó su carrera como actor en el teatro. Más tarde trabajó en películas, televisión y radio. Fue nominado al premio Oscar al Mejor Actor de Reparto por su papel en la película "Topper" en 1938.
Aunque Ducroz y Young trabajaron juntos en varias películas, no se sabe mucho sobre su relación personal. Ambos se casaron con otras personas y Ducroz falleció en 1957, mientras que Young murió en 1953. Sin embargo, su legado en el mundo del cine y el teatro perdura hasta el día de hoy.
Kay Francis y Roland Young tuvieron una relación profesional en el mundo del cine. Ambos actores trabajaron juntos en varias películas durante la década de 1930, incluyendo la comedia "La Viuda Alegre" (1934) y "La Dama del Velado" (1935).
Aunque no se sabe que hayan tenido una relación sentimental fuera del set, ambos actores mantenían una estrecha amistad. De hecho, en una entrevista realizada en 1934, Kay Francis afirmó que Roland Young era su actor favorito con el que había trabajado hasta ese momento.
Después de la década de 1930, ambos actores continuaron con sus carreras, aunque ya no trabajaron juntos en pantalla. Kay Francis se retiró del cine en la década de 1940, mientras que Roland Young siguió actuando durante los años 50 y 60.
En resumen, Kay Francis y Roland Young no tuvieron una relación amorosa, pero sí trabajaron juntos en varias películas y mantenían una amistad fuera de la pantalla.
Marjorie Kummer y Roland Young fueron una pareja romántica durante un tiempo en Hollywood en los años 30. Kummer era una actriz estadounidense que apareció en varias películas de la época, mientras que Young era un actor inglés conocido por su papel en la película "Topper".
La pareja se conoció en Hollywood y comenzó a verse en secreto, ya que Young estaba casado en ese momento. Sin embargo, la relación se hizo pública cuando la esposa de Young solicitó el divorcio y se negó a otorgarle la custodia de su hijo, citando la relación con Kummer como la razón de su separación.
La relación entre Kummer y Young se puso a prueba cuando Kummer fue diagnosticada con tuberculosis y tuvo que retirarse temporalmente de la actuación para recuperarse. A pesar de las dificultades, la pareja permaneció unida y finalmente se casó en 1934.
Sin embargo, la felicidad de la pareja fue de corta duración, ya que Kummer murió en 1935 a causa de complicaciones de su enfermedad. Young quedó devastado por la pérdida y se retiró temporalmente de la actuación para recuperarse emocionalmente.
A pesar del final trágico de su relación, la historia de amor entre Marjorie Kummer y Roland Young quedó como una lección de amor verdadero y del poder del compromiso.
Mary-Philips y Roland-Young se conocieron en un restaurante italiano en el centro de la ciudad. Mary estaba sola en una mesa, disfrutando de su cena y leyendo un libro, cuando de repente escuchó una risa a su lado. Volteó y vio a Roland, que acababa de llegar con un grupo de amigos. Él se disculpó por la risa y comenzó a hacerle preguntas a Mary sobre su libro. La conversación fluyó naturalmente y terminaron compartiendo una botella de vino y contándose historias divertidas. Al final de la noche, intercambiaron números y acordaron verse de nuevo. Desde entonces, han sido inseparables y siempre recuerdan esa noche como el momento en que se conocieron.