Roman Cámara es un hombre reservado pero apasionado. Ha viajado por todo el mundo, visitando lugares remotos en busca de aventuras y experiencias únicas. Es un apasionado de la cultura japonesa, lo que le ha llevado a estudiar el idioma y hacer varios viajes al país del sol naciente.
Además de su pasión por la cultura oriental, Roman también es un experto en gastronomía. Ha trabajado en diferentes restaurantes y ha creado su propia receta para un plato de pasta que es la envidia de muchos cocineros.
Pero no todo ha sido fácil en su vida. Roman ha tenido que luchar contra algunas adicciones, pero ha logrado superarlas y se ha comprometido a llevar una vida más saludable.
Ahora, Roman se dedica a compartir sus conocimientos en gastronomía y cultura, impartiendo talleres y cursos para aquellos que quieren saber más sobre su pasión. Además, sigue viajando y explorando el mundo, pero esta vez con un enfoque más relajado y consciente.
Allisson Lozano y Román Cámara son dos personalidades mexicanas que han mantenido una relación amistosa y de trabajo desde hace varios años.
Se conocieron en 2012 durante el rodaje de la telenovela “Amor Bravío”, en la que ambos participaron. En la historia, interpretaron a una pareja que vivió diversos obstáculos para estar juntos.
A partir de entonces, han mantenido una relación muy cercana y han trabajado juntos en otras producciones como “Hasta el fin del mundo” y “El bienamado”.
Además, en redes sociales suelen compartir fotografías juntos y mensajes de apoyo mutuo, lo que ha generado rumores sobre una posible relación sentimental entre ellos.
Sin embargo, tanto Allisson como Román han negado ser pareja y han mencionado que su relación es puramente de amistad y compañerismo en el trabajo.
Andrea Escalona y Román Cámara se conocieron en una fiesta de cumpleaños de un amigo en común. En ese momento, ambos estaban solteros y la atracción fue instantánea. Comenzaron a hablar y descubrieron que tenían muchas cosas en común, como su amor por la música y la comida mexicana.
La noche pasó volando mientras charlaban y bailaban juntos. Al final de la fiesta, Román pidió el número de teléfono de Andrea y acordaron salir a cenar la próxima semana.
La primera cita fue en un restaurante mexicano muy acogedor donde compartieron guacamole, tacos y margaritas. Había química y risas entre ellos, y después de la cena, decidieron dar un paseo por el centro de la ciudad. Finalmente, se detuvieron frente a un espectáculo de música en vivo y comenzaron a bailar juntos como si no hubiera nadie más en el mundo.
Desde entonces, Andrea y Román han estado juntos, explorando nuevas aventuras y compartiendo su amor por la vida, la música y la comida. Ahora, años después, siguen siendo una pareja feliz, fuerte y enamorada.