Romina Yan, fue una actriz, cantante, productora y directora argentina, nació el 5 de septiembre de 1974 y falleció trágicamente a los 36 años de edad, el 28 de septiembre de 2010.
Hija de la popular actriz y conductora Cris Morena, desde muy joven se interesó por la actuación, debutando en la televisión en la serie "Amigos son los amigos" en 1990 junto a su madre. Sin embargo, su gran éxito llegó en 1995 cuando protagonizó la telenovela juvenil "Chiquititas", una producción de su madre que fue un éxito internacional.
A partir de entonces, Romina Yan se convirtió en una figura muy popular en Argentina y en otros países latinoamericanos. Participó en otras producciones televisivas como "Verano del '98", "Alma Pirata" y "B&B", así como en algunas películas. También formó un dúo musical con su compañero en "Chiquititas", Facundo Arana, con quien grabó varios discos.
En 2003 contrajo matrimonio con el productor Darío Giordano, con quien tuvo cuatro hijos. Aunque se alejó temporalmente de la actuación para dedicarse a su familia y a otros proyectos personales, nunca abandonó el mundo del espectáculo. En 2010, mientras trabajaba en la producción de una película, sufrió un paro cardíaco que acabó con su vida.
Romina Yan fue una artista talentosa y muy querida tanto por su público como por sus colegas. Su temprano fallecimiento dejó un gran vacío en el mundo del espectáculo argentino, pero su legado sigue presente en la memoria colectiva y en las obras que dejó en vida.
La relación entre Darío Giordano y Romina Yan fue una de las más icónicas y románticas del mundo del espectáculo en Argentina. Ambos se conocieron en los años 90, cuando compartieron elenco en la exitosa telenovela juvenil "Chiquititas".
A partir de entonces, la pareja comenzó a salir y a consolidar una relación que duró varios años. Se casaron en 2003 y tuvieron cuatro hijos juntos: Franco, Valentín, Azul y Alí.
Sin embargo, la felicidad de la pareja se vio truncada en septiembre de 2010, cuando Romina falleció repentinamente a causa de un paro cardíaco. La noticia conmovió a toda Argentina y dejó a Giordano y sus hijos en una profunda tristeza.
Desde entonces, Darío ha tratado de mantenerse alejado de los medios de comunicación y ha centrado su vida en su familia y sus hijos. A menudo se le ha visto participando en eventos en honor a su difunta esposa, y ha expresado públicamente su amor y admiración por ella en varias ocasiones.