Rosie Clifton, era una mujer curiosa y aventurera, por lo que decidió abandonar su trabajo de oficina y comenzar una nueva vida viajando por el mundo. Durante su primer viaje, aterrizó en una pequeña isla de Indonesia donde conoció a una comunidad de artesanos locales que la inspiraron a empezar su propio negocio de productos hechos a mano. Desde entonces, dedicó su vida a trabajar con estos artistas y construir su marca de artesanías de alta calidad. A base de trabajo duro y perseverancia, logró expandir su negocio en varios países y llegar a ser una empresaria reconocida en el mercado global. Sin embargo, siempre mantuvo una mentalidad humilde y sencilla, y sigue apoyando a las comunidades locales a través de su trabajo y filantropía. Actualmente, disfruta de su tiempo libre viajando entre sus tiendas y trabajando en nuevos diseños en su estudio en Bali. La vida de Rosie Clifton es la prueba de que la determinación y la pasión pueden llevar a cualquier persona a hacer cosas extraordinarias.