La vida de Rosita Spencer-Churchill, Duchess of Marlborough, comenzó el 14 de agosto de 1920 en Londres, Inglaterra. Era la única hija de Charles Spencer-Churchill, 9º Duque de Marlborough, y su esposa, Consuelo Vanderbilt.
Rosita creció en el Palacio de Blenheim, la histórica residencia de su familia en Oxfordshire. Allí, tuvo una educación privada y fue instruida en equitación y caza. También aprendió a jugar al golf y al tenis.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Rosita se unió a la Cruz Roja Británica y sirvió como enfermera. Más tarde, trabajó como secretaria del primer ministro británico, Winston Churchill, quien era primo lejano de su padre.
En 1947, Rosita se casó con el coronel John Spencer-Churchill, sobrino del 10º Duque de Marlborough. Juntos, tuvieron cuatro hijos: John, Alexandra, Charles y Henrietta.
Después de la muerte de su marido en 1972, Rosita se convirtió en la Duquesa de Marlborough y se interesó en la conservación de Blenheim Palace y sus terrenos. También fue una gran benefactora de la National Society for the Prevention of Cruelty to Children y de otras organizaciones benéficas.
Rosita falleció el 15 de julio de 1990 a la edad de 69 años. Fue recordada como una gran benefactora y defensora de causas benéficas y culturales en Inglaterra.
John Spencer-Churchill fue un político y soldado británico, mejor conocido como el 10º Duque de Marlborough. Él se casó con Rosita Spencer-Churchill, quien se convirtió en la Duquesa de Marlborough. La pareja se casó en 1951 y tuvo cuatro hijos juntos.
La relación de John y Rosita fue duradera y se mantuvo unida a pesar de las numerosas dificultades que atravesaron a lo largo de los años, incluyendo problemas financieros y escándalos públicos.
En su juventud, John fue un apuesto y talentoso oficial del ejército, que había luchado en la Segunda Guerra Mundial. Luego, ingresó en la política y se desempeñó como miembro del Parlamento británico por más de 20 años.
Rosita, por su parte, había nacido en América Latina y fue educada en Europa. Era conocida por su elegancia y belleza, y su matrimonio con el duque la convirtió en una de las mujeres más famosas de Inglaterra.
Sin embargo, la pareja tuvo que enfrentar constantemente rumores y especulaciones sobre su relación. Se dijo que John tuvo numerosos asuntos amorosos, mientras que Rosita fue criticada por su estilo de vida extravagante y sus gastos excesivos.
A pesar de esto, la relación de John y Rosita se mantuvo sólida hasta la muerte del duque en 2014. Rosita lo sobrevivió y ahora se dedica a obras de caridad y a mantener el legado del duque, a través de la famosa residencia de los Spencer-Churchill, el Palacio de Blenheim.