Roslyn Packer es una prominente filántropa y mecenas de las artes australiana. Nació en Sídney en 1934, hija del empresario Kerry Packer, y heredó una fortuna significativa cuando su padre falleció en 2005.
Después de su educación en Sídney, Roslyn trabajó en la industria de la moda en Nueva York durante varios años antes de regresar a Australia. Allí se casó con Kerry Packer y tuvo dos hijos.
A lo largo de su vida, Roslyn ha sido una destacada filántropa, donando numerosas sumas a organizaciones sin fines de lucro y dotando de fondos a importantes instituciones culturales australianas, como la Ópera de Sídney y el Museo de Arte Contemporáneo de Sídney. En 2003, fue nombrada Oficial de la Orden de Australia por sus servicios a la comunidad.
Además de su labor filantrópica, Roslyn también es una ávida coleccionista de objetos de arte y antigüedades, y ha sido miembro del jurado en importantes concursos de arte.
Con su esposo Kerry, creó la Fundación Packer para apoyar a organizaciones de caridad y educación en Australia, lo que convierte a Roslyn en una de las principales defensoras de la filantropía en su país.
Kerry Packer y Roslyn Packer fueron dos de las figuras más influyentes de los negocios y la sociedad australiana en el siglo XX. Kerry Packer, el hijo de Frank Packer, fundó su propia compañía de medios, Nine Network, en la década de 1950, y se convirtió en un magnate de los medios de comunicación y los negocios en Australia. Roslyn Packer era su esposa y también estuvo involucrada en la empresa familiar.
La relación entre Kerry y Roslyn fue duradera, aunque no estuvo exenta de controversias. La pareja se casó en 1963 y tuvo dos hijos, James y Gretel. Durante su matrimonio, Kerry Packer tuvo romances extramatrimoniales, lo que dio lugar a rumores y especulaciones acerca de la relación entre el matrimonio. Sin embargo, a pesar de estas tensiones, la pareja permaneció junta hasta la muerte de Kerry en 2005.
Roslyn Packer ha continuado siendo una figura poderosa en la sociedad australiana, y ha participado activamente en la filantropía y las causas sociales desde la muerte de su esposo. En 2016, donó $60 millones a la Universidad de Sídney para la construcción de un centro de investigación médica avanzada. También ha mantenido lazos cercanos con sus hijos, James y Gretel, quienes han seguido los pasos de su padre en el mundo empresarial y de los medios de comunicación.