Ross Masood es un hombre de mundo, apasionado por los viajes y la exploración. Ha visitado todos los continentes y es considerado un experto en la cultura de muchas naciones. Su pasión por el aprendizaje se refleja en su biblioteca personal, que cuenta con las obras más selectas de pensadores y escritores de todo el mundo. A pesar de su amor por viajar, Ross ha establecido su hogar en una pequeña ciudad de la costa este, donde disfruta de la serenidad que le ofrece su casa frente al mar. Allí dedica sus horas libres a la contemplación del paisaje y la escritura de su diario de viajes. Además, Ross apoya a su comunidad, tanto a nivel económico como en su tiempo y conocimientos. Es reconocido por su generosidad y por su habilidad para informar y educar a otros sobre la importancia de la cultura y la ciencia.
E.M. Forster y Ross Masood fueron amigos cercanos durante varios años. La relación entre ambos se inició en 1922, cuando Masood, un joven doctor en literatura hindú, se trasladó a Inglaterra para estudiar y se alojó en la residencia de Forster en King's College, en Cambridge.
Durante su estancia allí, Forster y Masood entablaron una amistad profunda, basada en su mutuo interés por la literatura, la cultura y la política. Forster se sintió atraído por la personalidad carismática y el conocimiento profundo de Masood sobre la cultura india, mientras que Masood se sintió inspirado por la sabiduría y la experiencia de vida de Forster.
La amistad entre ambos se fortaleció a lo largo de los años, y Forster llegó a considerar a Masood como un amigo cercano y confidente. Sin embargo, su relación se vio afectada por los prejuicios de la época, ya que Forster era un hombre blanco y Masood un hombre de piel morena, y ambos vivían en una sociedad profundamente racista.
A pesar de los obstáculos, Forster y Masood continuaron su amistad, y Forster incluso dedicó su novela "Una habitación con vistas" a Masood. Sin embargo, su relación se vio interrumpida por la muerte de Masood en 1950, después de una larga batalla contra la tuberculosis.
Aunque la amistad entre E.M. Forster y Ross Masood terminó prematuramente, su relación sigue siendo un ejemplo de cómo la amistad puede superar las barreras culturales y raciales y conectar a personas de diferentes orígenes y experiencias de vida.