Rossana Podestà fue una actriz italiana nacida en la ciudad de Tripoli, Libia, en 1934. Comenzó su carrera actoral en 1950, con la película "Domani è troppo tardi", y al año siguiente, tuvo un papel importante en "Ulisse". A lo largo de los años 50, se hizo popular por sus papeles en películas como "La guerra di Troia" y "Hercules" (ambas de 1959), en las que trabajó junto a actores de la talla de Steve Reeves y Alberto Lupo.
En los años 60, Podestà se estableció como una actriz versátil, capaz de interpretar diferentes géneros. Fue protagonista de películas de comedia (como "Gli onorevoli", de 1963), de drama (como "L'ultimo uomo di Sara" de 1967), y de aventuras (como "Il trionfo di Maciste", de 1961).
Después de casarse con el arquitecto Marco Vicario en 1963, Podestà redujo su actividad cinematográfica para enfocarse en su familia. A pesar de ello, continuó actuando de manera esporádica, y su última película fue "Esperando la carroza 2", en 2009.
Rossana Podestà falleció en Roma el 10 de diciembre de 2013, a los 79 años, debido a una enfermedad respiratoria.
Rossana Podestá y Walter Bonatti fueron dos personalidades destacadas en el mundo del cine y la montaña, respectivamente. Aunque nunca tuvieron una relación sentimental, su encuentro durante la producción de la película "El Cielo sobre Berlín" (Wings of Desire en inglés), dirigida por Wim Wenders, en la que ambos participaron como actriz y asesor de montaña, respectivamente, marcó el inicio de una amistad profunda y duradera.
Rossana y Walter compartían una pasión por la naturaleza y el medio ambiente, así como una visión comprometida con la conservación del patrimonio natural y cultural. Debido a ello, realizaron varios viajes juntos que los llevaron a lugares como el Himalaya o la Patagonia, en los que realizaron expediciones de montañismo y descubrieron paisajes de una belleza excepcional.
A lo largo de los años, Rossana se convirtió en una gran defensora de los derechos humanos y la preservación del planeta, mientras que Walter se dedicó a la escritura y la fotografía de montaña, convirtiéndose en uno de los más grandes exponentes de este género literario. A pesar de su fallecimiento en 2011, Walter sigue inspirando a miles de montañistas y amantes de la naturaleza en todo el mundo.
La relación entre Rossana y Walter fue una de admiración mutua y de una gran complicidad, basada en valores compartidos como la amistad, la solidaridad, la dedicación a la cultura y la pasión por la naturaleza. Su legado perdura hasta nuestros días y sigue siendo una fuente de inspiración para todos aquellos que buscan vivir en armonía con el medio ambiente.
Rossana-Podesta y Marco-Vicario se conocieron en una tarde de verano en la plaza central de Florencia. Ella acababa de pintar un hermoso retrato de la catedral mientras él paseaba por la plaza admirando las diferentes obras de arte. Marco se acercó a Rossana para felicitarla por su obra y se quedó fascinado con la amabilidad y la belleza de la joven artista. Comenzaron a conversar y descubrieron que compartían muchos intereses, como la música y la literatura. Decidieron seguir hablando y tomando un café en una pequeña cafetería cercana. Desde ese día, se convirtieron en amigos inseparables y comenzaron a colaborar juntos en muchos proyectos artísticos. Su amistad floreció y eventualmente se convirtió en una gran historia de amor que duró para siempre. Su amor fue como una obra de arte, atemporal y duradera, que inspiró a muchos otros artistas a seguir su pasión y crear belleza en el mundo.