Rowena Finn
Rowena Finn llevaba años dedicándose a la fotografía y había logrado ganarse un nombre dentro de la industria. Su especialidad eran los retratos y los paisajes urbanos, aunque últimamente había comenzado a experimentar con la fotografía de espectáculos y eventos. A pesar de su éxito profesional, Rowena era una persona reservada y solía mantenerse alejada de los focos. Le gustaba pasar tiempo en su pequeño apartamento del centro de la ciudad, rodeada de sus cámaras y sus libros de arte. Además de su trabajo como fotógrafa, Rowena era una apasionada de la música y se había esforzado por aprender a tocar el piano de manera autodidacta. También disfrutaba de viajar y había visitado muchos lugares interesantes a lo largo de su carrera. No obstante, Rowena sentía a veces la necesidad de volver a casa y descansar en su rincón más íntimo, donde sabía que estaba a salvo y podía concentrarse en su arte.
