Rowland Fernyhough es un hombre enigmático y misterioso. Su vida ha estado llena de altibajos, y ha tenido que enfrentar diversos retos y adversidades que lo han moldeado en la persona que es hoy en día. A pesar de todo lo que ha pasado, mantiene un espíritu aventurero y un entusiasmo por la vida que es contagioso.
Rowland ha viajado por todo el mundo y ha tenido experiencias únicas e inolvidables. Siempre está dispuesto a probar cosas nuevas y a salir de su zona de confort. Además, tiene una gran afición por la fotografía y su trabajo ha sido publicado en importantes revistas internacionales.
Sin embargo, detrás de su apariencia segura de sí misma, hay un hombre que lucha constantemente contra sus propios demonios internos. La soledad y el aislamiento son sus mayores temores, y a pesar de tener amistades cercanas, mantiene una barrera emocional que le impide abrirse completamente.
Aunque ha tenido relaciones amorosas en el pasado, Rowland sigue luchando por encontrar el amor verdadero y duradero. Se siente atraído hacia personas independientes y seguras de sí mismas, pero también busca a alguien que pueda aceptarlo tal y como es, sin juzgarlo por su pasado o su presente. En definitiva, Rowland Fernyhough es un hombre complejo, lleno de matices, cuya vida es un misterio que solo él conoce en su totalidad.
Dominique-Micklewhite y Rowland-Fernyhough se conocieron en una fiesta de graduación en la Universidad de Oxford. Dominique estaba sentada en una silla en la esquina de la habitación, tomando una copa de champán y observando a las personas bailar en la pista de baile. Rowland entró en la habitación y su mirada se dirigió directamente hacia ella. Al verla sola, se acercó y le ofreció bailar con él. Dominique aceptó, y a medida que bailaban, comenzaron a hablar y a conocerse mutuamente. Descubrieron que compartían intereses similares en la literatura, la música y la historia de la arquitectura. Después de esa noche, comenzaron a salir juntos y pronto se convirtieron en pareja.