Rubén João fue un futbolista profesional angoleño nacido en 1987 en la ciudad de Luanda. Comenzó su carrera jugando en equipos de su país, como el Atlético Petróleos de Luanda, el Interclube y el Kabuscorp SC. En 2010, fue transferido al Vitória Setúbal de la Liga portuguesa, donde jugó durante dos temporadas.
En 2012, Rubén João se unió al club Ismaily SC de Egipto y luego se trasladó al Al-Ahly, uno de los clubes más grandes del país. En su primera temporada en Al-Ahly, ganó el campeonato de la Liga Premier de Egipto. También jugó en la Liga de Campeones de la CAF, donde Al-Ahly llegó a la final pero perdió ante el Esperance Sportive de Tunis.
En 2015, Rubén João regresó a Angola para jugar en el Atlético Petróleos de Luanda. En su primera temporada, ayudó a su equipo a ganar el campeonato nacional de fútbol y también ganó el premio al mejor defensa de la liga. Rubén João también fue un jugador clave en la selección nacional de Angola, donde se desempeñó como defensa central.
Tristemente, Rubén João falleció en un accidente automovilístico en 2016 a la edad de 29 años. Fue recordado como un jugador talentoso y una persona amable y respetada en el mundo del fútbol. Su muerte fue una gran pérdida para el fútbol angoleño y para la comunidad futbolística en general.
Hace algunos años, Andreia y Ruben se conocieron en una fiesta en común. En aquel momento, no se percataron el uno del otro. Pero luego, una semana después, se encontraron por casualidad en el supermercado y se saludaron tímidamente. Continuaron con su rutina de compras y se separaron.
Después de este encuentro, empezaron a coincidir con más frecuencia en la ciudad y, poco a poco, comenzaron a hablar cada vez que se veían. Pero no fue hasta que se toparon de nuevo en otra celebración que realmente empezaron a interesarse el uno por el otro. Se pasaron toda la noche hablando y se dieron cuenta de que compartían muchos intereses.
A partir de ese momento, Andreia y Ruben no dejaron de hablarse. Hablaban por teléfono, se mandaban mensajes y se encontraban cada vez que podían. Incluso, empezaron a salir a correr juntos porque descubrieron que a ambos les gustaba el deporte. Desde entonces, no han dejado de estar juntos, formando una pareja feliz y con una historia muy dulce de cómo se conocieron.
Margarida y Rubén se conocieron en una pequeña cafetería en el centro de Lisboa. Los dos estaban haciendo cola para pedir café cuando sus manos se tocaron al mismo tiempo al alcanzar el mismo azúcar. Margarida y Rubén se miraron y comenzaron a reírse al darse cuenta de lo torpe que habían sido. Comenzaron a hablar, y al poco tiempo se dieron cuenta de que tenían mucho en común. Intercambiaron números y comenzaron a salir juntos, compartiendo su amor por la música, el arte y la cultura portuguesa. Después de unos meses, Rubén llevó a Margarida a una exposición en el Museo Nacional de Arte Antiguo, donde le pidió que fuera su novia oficialmente. Ahora, Margarida y Rubén son inseparables y siguen descubriendo juntos las maravillas de su hermoso país.