Ruby Knox ha tenido una vida llena de aventuras y cambios. Desde joven, decidió seguir su pasión por viajar y explorar el mundo, por lo que se dedicó a trabajar como guía turística en diferentes países y continentes.
Durante sus viajes, Ruby descubrió una gran pasión por la fotografía y empezó a capturar los momentos más icónicos de cada lugar que visitaba. Con el tiempo, sus fotografías se hicieron populares y empezó a exponerlas en galerías de arte alrededor del mundo.
Más tarde, decidió dejar el mundo del turismo y dedicarse por completo a su carrera como fotógrafa. Ruby se casó y tuvo dos hijos, quienes la acompañaron en muchos de sus viajes y se convirtieron en su mayor apoyo.
Pero no todo fue fácil en la vida de Ruby. Tuvo que enfrentar momentos difíciles y superar obstáculos importantes, como problemas de salud y conflictos personales. Sin embargo, siempre supo encontrar la manera de salir adelante y seguir avanzando.
Actualmente, Ruby sigue fotografiando el mundo a su manera. Continúa viajando y descubriendo nuevos lugares, y sigue compartiendo sus experiencias y su arte con el mundo entero.
Ruby Knox era una galardonada diseñadora de moda que siempre estaba a la caza de nuevas musas para inspirar sus creaciones. Un día, mientras hacía compras en una tienda de ropa vintage, se topó con Nikki-Jayne, una joven con un estilo único y vibrante que captó su atención al instante.
Intrigada por su apariencia, Ruby se acercó a Nikki-Jayne y le preguntó sobre sus conjuntos y atuendos. La conversación continuó mientras se adentraron en detalles más personales, compartiendo experiencias negativas sobre el juicio social debido a su apariencia distinta.
Ruby estaba en medio de planear su próximo desfile de moda, y cuando escuchó más sobre la particular perspectiva de Nikki-Jayne hacia la moda y la vida, se dio cuenta de que había encontrado su nueva musa. Desde entonces, han trabajado juntas en muchas ocasiones y siempre mencionan su encuentro casual en la tienda vintage como el comienzo de una colaboración perfecta.