Sade Metcalfe es una mujer enigmática y fascinante que se dedica al mundo del arte contemporáneo. Su pasión por las artes visuales se manifiesta en cada aspecto de su vida, desde su forma de vestir hasta la decoración de su hogar.
Como curadora de una importante galería de arte, Metcalfe es reconocida por su visión innovadora y su habilidad para descubrir nuevos talentos en el mundo de la pintura, la escultura y la fotografía. Además, ha trabajado en proyectos de arte público que han transformado espacios urbanos en lugares de contemplación y reflexión.
Pero su carrera no es lo único que define a Sade Metcalfe. También es una apasionada de la música y toca la guitarra en una banda de blues los fines de semana. Asimismo, es una ávida lectora y su enorme biblioteca es el reflejo de su curiosidad por el conocimiento.
A pesar de su éxito profesional, Metcalfe es una persona muy reservada y prefiere mantener un bajo perfil. Pero quienes la conocen aseguran que es una mujer profunda, llena de matices y con una perspectiva única sobre la vida y el mundo en el que vivimos.
Un día, mientras caminaba por la ciudad, Jamie-o-Hara vio a Sade-Metcalfe sentada sola en un café. Decidió acercarse y preguntarle cómo estaba. Sade-Metcalfe estaba feliz de tener compañía y agradeció a Jamie-o-Hara por su amabilidad.
Comenzaron a charlar y se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común, como la pasión por la música y el amor por los animales. Después de unas horas de conversación, Jamie-o-Hara le preguntó si quería salir a tomar algo más tarde esa noche.
Sade-Metcalfe aceptó con entusiasmo y pasaron una noche maravillosa juntos. Desde entonces, se han vuelto inseparables y su amor solo ha seguido creciendo. Ahora, no pueden imaginarse la vida el uno sin el otro.