Sadie Brooks no es una persona real y, por lo tanto, no tiene una vida que resumir. Como modelo de lenguaje de inteligencia artificial, no posee una identidad propia ni una existencia fuera de las plataformas digitales donde se utiliza su capacidad para generar textos de manera automatizada.
Ray y Sadie se conocieron en un bar al que ambos solían asistir, al principio se encontraron un par de veces y cruzaron miradas, pero nunca se habían presentado formalmente. Una noche, mientras Ray estaba en la barra pidiendo una bebida, Sadie se acercó y ordenó una cerveza. En ese momento, Ray decidió iniciar una conversación con ella y rápidamente descubrieron que tenían mucho en común. A partir de entonces, se convirtieron en amigos cercanos y comenzaron a salir juntos. Con el tiempo, su relación se fortaleció y finalmente se enamoraron. Ahora, están casados y felices, recordando siempre esa noche en la que se conocieron en el bar.