Sam Giancana fue un mafioso estadounidense, nacido en Chicago en 1908, quien se convirtió en uno de los líderes de la mafia italiana en Estados Unidos en los años 50 y 60. Giancana comenzó su carrera delictiva en su adolescencia, uniéndose a una pandilla local y luego trabajando como jefe de un grupo de extorsionadores.
Luego de unirse a la organización criminal, Giancana ascendió rápidamente en las filas gracias a su astucia, crueldad y falta de escrúpulos. Durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó estrechamente con la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS), la precursora de la CIA, para ayudar a la guerra contra el Eje.
En la década de 1950 y principios de 1960, Giancana se convirtió en el jefe de la organización criminal en Chicago y fue contratado por el gobierno de los Estados Unidos para asesinar a Fidel Castro en Cuba. También participó en el desarrollo del juego en Las Vegas, Nevada, y utilizó su influencia para controlar los sindicatos y las elecciones.
A medida que la ley empezó a cerrar el cerco sobre la mafia, Giancana huyó a México en 1965, pero regresó a Estados Unidos un año después y fue arrestado en 1967 por evasión de impuestos. Después de cumplir una condena de prisión, Giancana fue descubierto asesinado en su hogar en 1975 en lo que se cree que fue un asesinato relacionado con la mafia italiana.
Marilyn Monroe y Sam Giancana tuvieron una controvertida relación amorosa que ha sido objeto de diversas teorías y especulaciones.
Sam Giancana fue un mafioso estadounidense, conocido por ser el jefe del sindicato criminal de Chicago durante los años 50 y 60. Por su parte, Marilyn Monroe, fue una de las actrices más emblemáticas en Hollywood durante la década de los 50 y principios de los 60.
Según algunos testimonios, Monroe y Giancana se conocieron en una fiesta en Los Ángeles, en la que el mafioso habría quedado impactado por la belleza de la actriz. Desde entonces, se inició una relación que, según algunos, duró varios años.
Aunque no existe pruebas contundentes de esta relación, se han publicado diferentes versiones en las que se afirma que Giancana habría ayudado a Monroe en su carrera, consiguiéndole papeles en algunas películas, así como influyendo en su relación con el presidente John F. Kennedy.
De hecho, hay teorías que sugieren que la relación entre Monroe y Giancana podría haber sido una de las razones por las que la actriz habría sido asesinada.
Aunque la relación sigue siendo objeto de especulaciones, lo cierto es que Marilyn Monroe y Sam Giancana mantuvieron contacto durante varios años y algunos afirman que mantuvieron una estrecha relación amorosa. En resumen, la relación entre ambos personajes sigue siendo un enigma y objeto de muchas dudas, pero se cree que efectivamente tuvieron una relación sentimental.
Phyllis McGuire, una de las hermanas McGuire, fue una famosa cantante estadounidense de la década de 1950 y 1960. Sam Giancana, por otro lado, fue un famoso mafioso de Chicago durante el mismo período. Aunque nunca se casaron oficialmente, Phyllis y Sam tuvieron una relación romántica durante muchos años, que se mantuvo en secreto durante mucho tiempo debido a su diferencia de estatus social. Phyllis, que era una celebridad en ascenso, no quería que su carrera se viera afectada por su relación con un mafioso, mientras que Sam quería mantener su imagen de hombre soltero y desinhibido.
La relación entre Phyllis y Sam fue objeto de mucha especulación y murmuraciones durante su apogeo, pero nunca se confirmó públicamente hasta después de la muerte de Sam en 1975. En su libro de memorias de 1987, Phyllis finalmente reveló los detalles de su romance con Sam, describiéndolo como un hombre inteligente, cariñoso y apasionado. Aunque se separaron varias veces debido a su estilo de vida ocupado y dominante de Sam, Phyllis dijo que todavía amaba a Sam hasta el día de su muerte.
En resumen, Phyllis McGuire y Sam Giancana tuvieron una larga y secreta relación romántica durante los años 50 y 60. Aunque nunca se casaron oficialmente, su relación fue objeto de mucha especulación y se reveló públicamente después de la muerte de Sam.
La relación entre Angeline de Tolve y Sam Giancana fue la de una relación romántica entre dos mafiosos famosos. Ambos eran miembros de la mafia de Chicago y Sam Giancana era considerado uno de los jefes más poderosos.
Angeline de Tolve era conocida como la novia de la mafia y se cree que también estaba involucrada en el crimen organizado. Se casó con un mafioso llamado Chuckie Nicoletti, pero también se cree que tuvo una relación amorosa con Sam Giancana.
En 1975, Sam Giancana fue asesinado en su casa de Oak Park, Illinois. Se cree que la mafia lo mató porque temían que Sam estuviera hablando demasiado sobre sus actividades ilegales y sus conexiones con políticos.
Angeline de Tolve no ha hablado públicamente sobre su relación con Sam Giancana y ha mantenido un perfil bajo en cuanto a su asociación con la mafia. Sin embargo, la relación entre los dos mafiosos sigue siendo objeto de interés y especulación en la cultura popular y la historia criminal.
Judith Campbell Exner fue una mujer estadounidense que presuntamente tuvo una relación amorosa con el jefe de la mafia de Chicago, Sam Giancana, durante la década de 1960. Exner también afirmó que tuvo una aventura con el presidente John F. Kennedy durante este mismo periodo.
Exner conoció a Giancana en 1960 a través del cantante Frank Sinatra y pronto comenzaron una relación amorosa. Ella afirmó haber sido la intermediaria entre Giancana y Kennedy en varias ocasiones, incluyendo una reunión en la Casa Blanca en la que se discutió la invasión de Cuba.
Giancana estaba interesado en hacer negocios con Cuba y esperaba que Kennedy fuera su aliado en este plan. Sin embargo, después del fracaso de la invasión de Bahía de Cochinos en 1961, Kennedy se desentendió de la mafia y de Exner.
En 1975, Exner testificó ante el Comité Selecto del Senado sobre Inteligencia sobre sus relaciones con Giancana y Kennedy. Sus declaraciones fueron controvertidas y no se pudieron probar todos los detalles de su historia.
Después de su testimonio, Exner desapareció de la vida pública y se mudó a California, donde murió en 1999. La relación entre Exner y Giancana sigue siendo un tema de debate entre los historiadores y los aficionados a la historia de la mafia.
La relación entre Vicki LaMotta y Sam Giancana fue una relación amorosa que duró varios años. Vicki LaMotta fue la segunda esposa del boxeador Jake LaMotta, cuya vida fue retratada en la película "Toro Salvaje". A raíz de su divorcio, Vicki comenzó a salir con quién se decía era uno de los jefes mafiosos más influyentes de la época, Sam Giancana.
No se sabe exactamente cuando comenzó la relación entre Vicki y Sam, pero se cree que fue alrededor de mediados de los años 50. Según algunas fuentes, Giancana estaba obsesionado con Vicki y le proporcionó un estilo de vida lujoso que incluía viajes, joyas y una casa en Miami Beach.
Sin embargo, la relación entre Vicki y Sam terminó abruptamente en 1965 cuando Sam fue deportado a México debido a problemas legales. A partir de entonces, Vicki volvió a casarse y se alejó de la vida pública.
Aunque la relación entre Vicki LaMotta y Sam Giancana nunca fue confirmada oficialmente, existen pruebas que sugieren que fueron pareja. Sam Giancana tuvo una gran influencia en la política y el crimen organizado de Chicago, y su relación con Vicki LaMotta ha sido objeto de muchas especulaciones y rumores a lo largo de los años.
Judith Campbell Exner y Sam Giancana tuvieron una relación personal y profesional. Exner era una mujer conocida por sus relaciones con hombres poderosos, incluyendo al presidente John F. Kennedy y su hermano el Fiscal General Robert Kennedy. Giancana era un jefe mafioso de Chicago.
La relación de Exner y Giancana comenzó en la década de 1960 y duró aproximadamente tres años. Durante este tiempo, Exner viajaba regularmente a Chicago para ver a Giancana y se dice que le entregaba mensajes y dinero a cambio de favores políticos. También se cree que Exner fue un contacto entre Giancana y el presidente Kennedy.
La relación entre Exner y Giancana llegó a su fin en 1962 después de que ella fuera amenazada por agentes del FBI y presionada para alejarse de Giancana. Años después, Exner testificó ante el Comité Church del Senado sobre sus relaciones con Kennedy y su vínculo con Giancana.
La relación entre Exner y Giancana ha sido objeto de muchas teorías conspirativas y especulaciones sobre su papel en la política y los asesinatos de los Kennedy. Sin embargo, no hay evidencia concreta de que la relación tuviera una influencia significativa en los eventos históricos.