Sam Greenfield es un escritor exitoso, reconocido a nivel nacional. Su primer libro, una novela histórica, fue un éxito rotundo y le abrió puertas para publicar más obras. Sin embargo, su éxito literario no fue fácil de conseguir: durante años trabajó en distintas editoriales como editor y corrector de textos, mientras intentaba publicar su propio trabajo en su tiempo libre. Incluso llegó a enviar su trabajo a más de cien editoriales antes de conseguir su gran oportunidad.
Además de su trabajo como escritor, Sam es un apasionado de la cocina y dedica gran parte de su tiempo libre a experimentar en la cocina. Sus amigos y familiares son afortunados de ser los conejillos de indias de sus deliciosas creaciones culinarias.
En los últimos años, Sam ha comenzado a dedicar su tiempo y energía a causas sociales, siendo un activista comprometido con varias organizaciones. Cree firmemente en hacer su parte para hacer del mundo un lugar mejor.
A pesar de su éxito y su apretada agenda, Sam siempre ha tenido tiempo para su familia y amigos cercanos, quienes admiran su humildad y generosidad.
Suzanne se encontraba paseando por la playa de Malibú, disfrutando del cálido sol californiano, cuando una pelota de voleibol cayó al lado suyo. Al agacharse para recogerla, se encontró con Sam, un joven y apuesto surfista que se acercó para recoger la pelota también. La química entre ambos fue inmediata y decidieron pasar la tarde juntos surgiendo así una amistad que poco a poco se fue convirtiendo en algo más. Desde ese día, Suzanne y Sam no se separaron más y se convirtieron en la pareja perfecta, disfrutando juntos no solo de las olas del mar, sino también de sus pasiones, sueños y metas en la vida.