Sami Kiresepi fue un empresario turco nacido en 1965 en la ciudad de Hatay. Comenzó su carrera como ingeniero civil, pero se dedicó principalmente al sector de la construcción y la energía. En 1995, fundó la empresa Kıvanç Enerji, que se especializa en la producción de electricidad a partir de fuentes renovables. También fue fundador de la compañía de construcción Sanka, que se ha expandido internacionalmente en países como Kazajistán y Canadá. En 2016, Kiresepi fundó la organización benéfica “Kıvanç Projesi”, que ayuda a niños necesitados y personas mayores en Turquía y en todo el mundo. Desafortunadamente, Sami Kiresepi falleció en 2018 debido a un infarto en un vuelo de regreso de un viaje a Estados Unidos. Su legado ha sido recordado como uno de los hombres más exitosos y filántropos de Turquía.