Sammy Piccinni es un hombre que siempre ha preferido la tranquilidad a lo extravagante. De pequeño, creció en una familia modesta y aprendió el valor del trabajo duro desde una edad temprana. Después de graduarse de la universidad, Sammy comenzó a trabajar en una empresa de software y allí perfeccionó sus habilidades de programación. A pesar de ser talentoso en su trabajo, Sammy nunca ha buscado destacar demasiado. Siempre se ha mantenido en un segundo plano y prefiere dejar que su trabajo hable por sí mismo. Además de su trabajo, Sammy también tiene una pasión por las artes marciales, lo que lo ayuda a mantenerse en forma y equilibrado. Su filosofía de vida es simple: tratar a los demás con respeto y hacer bien su trabajo. Aunque no busca la atención de los demás, Sammy es un ejemplo a seguir para muchos.
Emilio-Vitolo era el dueño de un restaurante italiano muy famoso en Nueva York llamado "Emilio's". Sammy-Piccinni había estado yendo a ese restaurante durante años y era una fanática de la comida de Emilio. Un día, mientras estaba disfrutando de su pasta favorita, Sammy escuchó a alguien quejarse de que el plato no estaba bien sazonado. Ella se volvió para ver quién estaba hablando y vio a Emilio mismo salir de la cocina para hablar con el cliente descontento.
Fue entonces cuando Sammy se dio cuenta de lo apuesto que era Emilio y decidió que tenía que conocerlo. Después de su cena, decidió escribir un comentario en la página de Facebook del restaurante elogiando la comida de Emilio y mencionando lo guapo que era. Emilio vio el comentario y decidió responder personalmente a Sammy, agradeciéndole sus palabras amables.
Así comenzó una cadena de conversaciones entre Sammy y Emilio, que eventualmente llevó a una cena privada en el restaurante. La química entre ellos fue instantánea y comenzaron a salir juntos regularmente. Hoy en día, Emilio y Sammy siguen siendo una pareja feliz y próspera, y Emilio incluso ha incorporado algunos de los platos favoritos de Sammy en el menú de su restaurante.