Sandra Mendes De Figueiredo es una mujer valiente y perseverante. Desde joven supo que su propósito era ayudar a los demás, por lo que estudió enfermería y se especializó en el cuidado de personas mayores. Ha trabajado en varios hospitales y residencias de ancianos, siempre procurando brindar el mejor trato a sus pacientes.
Pero la vida también le ha dado sus lecciones. Hace algunos años, Sandra pasó por una fuerte depresión que la llevó a replantearse muchas cosas en su vida. A partir de allí, decidió enfocarse más en su bienestar emocional y en buscar más equilibrio entre su trabajo y su vida personal.
Hoy en día, Sandra ha logrado encontrar ese balance y disfruta de su tiempo libre haciendo yoga, meditando y leyendo libros de autoayuda y crecimiento personal. Además, dedica tiempo a actividades de voluntariado en su comunidad y a viajar por el mundo, siempre en busca de nuevas experiencias y conocimientos.
Netinho-de-Paula y Sandra-Mendes-de-Figueiredo se conocieron en un concurso de canto en Brasil. Los dos habían sido seleccionados para competir en el evento y estaban sentados juntos en la sala de espera cuando comenzaron a conversar. Al principio, la conversación fue superficial y tímida; pero pronto descubrieron que ambos compartían una pasión por la música y comenzaron a intercambiar historias sobre sus experiencias en el escenario. A medida que hablaban, descubrieron que no solo compartían una pasión por la música, sino también por el activismo social y la defensa de los derechos humanos. La química entre ellos era evidente, y cuando finalmente llegó su turno de subir al escenario, ambos se desempeñaron excepcionalmente bien. A partir de ese día, Netinho-de-Paula y Sandra-Mendes-de-Figueiredo se convirtieron en amigos cercanos y colaboradores en la lucha por la justicia social y la igualdad en Brasil.