Sandy Dillon nació en Nueva York en 1956. Desde joven, se interesó en la música y comenzó a tocar la guitarra y a cantar en bandas locales. En la década de 1980, se mudó a Londres y empezó a trabajar con el productor y músico Adrian Sherwood, quien la ayudó a desarrollar su estilo único de música experimental.
En 1995, Dillon lanzó su primer álbum en solitario, "Skin", que recibió críticas muy positivas y ayudó a establecer su reputación como una artista innovadora en la escena musical underground. A lo largo de su carrera, Dillon ha colaborado con numerosos músicos y productores, incluyendo a Bill Frisell, Marc Ribot y John Parish.
Además de su carrera musical, Dillon también se ha dedicado a la literatura y ha publicado varios libros y ensayos. A lo largo de su vida, ha enfrentado problemas de salud mental y ha hablado abiertamente sobre sus experiencias en sus obras artísticas.
Aunque no ha alcanzado el éxito comercial masivo, Sandy Dillon es ampliamente respetada en la industria musical por su talento como vocalista y compositora, y por su capacidad para romper las barreras entre los géneros y crear música emocionante e innovadora.
Mick Ronson fue un guitarrista, compositor y productor británico, reconocido por su trabajo con el cantante David Bowie en la década de 1970. Sandy Dillon, por su parte, es una cantante y compositora estadounidense que ha colaborado con numerosos artistas a lo largo de su carrera.
Mick Ronson y Sandy Dillon trabajaron juntos en varios proyectos musicales a lo largo de los años, incluyendo el álbum "Skelly's Dream" lanzado en 1994. La dupla también colaboró en la producción del álbum debut de Dillon en 1988, titulado "Cat-O'-Nine-Tails".
Además de su trabajo en el estudio, Mick Ronson y Sandy Dillon también tocaron juntos en vivo en varias ocasiones. Su asociación musical fue respetada y valorada por muchos en la industria de la música, y su legado sigue siendo reconocido hasta el día de hoy.