Sarah Royster fue una joven de 18 años que vivió en el siglo XIX en el estado de Carolina del Norte, Estados Unidos. Fue acusada y condenada injustamente por el asesinato de su prometido, Tom Clarke. Aunque siempre se declaró inocente, fue condenada a muerte y ahorcada en 1882.
Durante el juicio, se presentaron evidencias contradictorias y testimonios falsos que llevaron a la condena de Sarah. Además, su condición de mujer y su pertenencia a una familia pobre y humilde influyeron en el proceso judicial.
Posteriormente, se descubrieron pruebas que demostraban la inocencia de Sarah. Su hermana, Mollie Royster, confesó que había sido ella quien había cometido el asesinato e incluso proporcionó detalles precisos sobre el crimen que solo el asesino podía saber.
A pesar de la confesión de Mollie y de las pruebas en contra de la condena de Sarah, nunca se hizo nada para revertir la sentencia. El caso de Sarah Royster ha sido considerado como uno de los errores judiciales más notorios de la historia de Carolina del Norte.
Edgar Allan Poe y Sarah Royster tuvieron una relación romántica durante su juventud en la ciudad de Richmond, Virginia, Estados Unidos. Se conocieron en la escuela y era un amor de la infancia que se reavivó cuando se volvieron a encontrar años después.
Poe y Royster se comprometieron cuando ella tenía 18 años y él 20. Sin embargo, la familia de Royster no aprobaba la relación debido a que Poe provenía de una familia de artistas pobres y no tenía un futuro financiero prometedor. Además, Poe había adquirido algunas deudas debido a su afición por el alcohol y las apuestas.
La familia de Royster decidió enviarla a Inglaterra para alejarla de Poe. Mientras tanto, Poe se unió al ejército y comenzó a escribir. Posteriormente, se sabe que Poe se casó con su prima Virginia Clemm y Royster se casó con otro hombre.
Sin embargo, se dice que Poe nunca olvidó a Royster y que su figura e historias fueron una inspiración recurrente en su obra literaria. En su famosa obra “El cuervo”, se dice que el personaje de Lenore se inspiró en Sarah Royster.
A pesar de la breve historia de amor entre Poe y Royster, su influencia en la vida y obra del escritor ha sido reconocida y estudiada por muchos académicos y seguidores del legado de Edgar Allan Poe.