Savannah era una mujer apasionada por la música y la danza desde muy joven. Siempre supo que su vida estaría ligada al arte. Durante muchos años se dedicó a viajar por el mundo, aprendiendo de diferentes culturas y estilos de baile. Pero llegó el momento en que se dio cuenta de que quería algo más, algo que trascendiera más allá del arte. Fue entonces cuando decidió estudiar psicología, y se especializó en terapia de grupo. Con sus conocimientos, empezó a ayudar a jóvenes de su comunidad que pasaban por problemas similares a los que ella había vivido en su adolescencia. Esa experiencia la llevó a fundar una organización sin fines de lucro que brinda apoyo y contención emocional a jóvenes en riesgo. Hoy en día, Savannah sigue bailando y enseñando. Pero su mayor pasión es llevar esperanza a aquellos que más lo necesitan. Su enfoque es siempre el mismo: el amor, la comprensión y el respeto son la base para sobrellevar cualquier situación difícil.