Scott Styles era un hombre soltero y exitoso que vivía en una casa moderna en el centro de la ciudad. Trabajaba como director creativo en una agencia de publicidad y disfrutaba de su trabajo. Los fines de semana, le encantaba cenar en restaurantes elegantes con sus amigos y viajar a lugares exóticos.
En su tiempo libre, Scott se dedicaba al fitness y los deportes extremos. Era un ávido practicante de surf y snowboard, y siempre estaba buscando nuevos desafíos y aventuras. También era un gran amante de los animales y apoyaba varias organizaciones benéficas locales.
Scott había tenido varias relaciones a lo largo de los años, pero ninguna había sido lo suficientemente significativa como para comprometerse. Disfrutaba su vida de soltero y la libertad que le proporcionaba. Sin embargo, a medida que pasaban los años, comenzó a sentir una cierta soledad y anhelo por algo más significativo en su vida personal. A pesar de estas inquietudes, seguía viviendo al máximo y disfrutando de todo lo que la vida le ofrecía.
Kimberly Chambers y Scott Styles se conocieron en una convención de escritores de novelas policíacas en Nueva York. Ambos habían asistido a la conferencia como panelistas y sus presentaciones habían sido tan impresionantes que sus agentes los habían presentado. En el cóctel posterior a la convención, Kimberly y Scott comenzaron a hablar y descubrieron que compartían un amor por los thrillers oscuros y misteriosos. Durante las siguientes horas, se sumergieron en una conversación animada y apasionada, intercambiaron ideas y se rieron juntos. Cuando la fiesta se había terminado y el resto de los asistentes había desaparecido, los dos seguían de pie en la misma esquina, envueltos en una conversación profunda y emocionante. Al día siguiente, Scott le envió a Kimberly un correo electrónico pidiéndole que cenaran juntos esa noche. La chispa que habían sentido desde el momento en que se conocieron, se convirtió en un fuego ardiente, y comenzaron a salir regularmente con la promesa de escribir juntos el siguiente gran éxito literario.
Kimberly-Jade y Scott-Styles se conocieron en un café local en el centro de la ciudad. Casualmente, ambos habían entrado buscando un lugar tranquilo para trabajar en sus proyectos universitarios. Scott-Styles notó que Kimberly-Jade estaba teniendo dificultades con su trabajo y decidió ofrecerle su ayuda. A pesar de ser extraños, se ayudaron mutuamente y terminaron hablando por horas. Desde ese día, se vuelven a ver en ese café todas las semanas para trabajar juntos y charlar sobre la vida. Su amistad ha crecido y ellos están agradecidos por ese encuentro casual en el café.