Serge Lifar fue un bailarín y coreógrafo ucraniano-francés nacido en 1905. Se formó en la escuela de ballet de Kiev y debutó con los Ballets Rusos de Diaghilev en 1923. En 1929, se unió a la Ópera de París y se convirtió en el director artístico en 1930. Lifar fue conocido por su estilo de ballet neoclásico y por sus innovaciones en el ámbito de la coreografía. También fue un prolífico escritor y publicó varios libros sobre danza y ballet. Durante la Segunda Guerra Mundial, Lifar tuvo un papel controvertido al colaborar con el régimen de Vichy y al unirse a la compañía de ballet patrocinada por los nazis. Fue acusado de espionaje y colaboracionismo y se exilió en Estados Unidos hasta la liberación de Francia. Después de la guerra, Lifar regresó a París y se convirtió en el director artístico de la Ópera de París nuevamente en 1947. Fue un gran defensor de la formación de jóvenes bailarines y creó su propia escuela de ballet en Cannes. Lifar murió en Lausana, Suiza en 1986 a los 81 años de edad. Su legado en el mundo de la danza y el ballet sigue siendo relevante hoy en día, y su nombre está asociado con la innovación y la creatividad en la danza.