Shannon Perris-Knight fue una joven estadounidense de California, apasionada por el fútbol y la música. Desde muy joven, comenzó a mostrar signos de una enfermedad rara llamada síndrome de Rett, que afecta principalmente a niñas y causa discapacidad intelectual y motora. Shannon nunca pudo caminar ni hablar, pero encontró una salida en la música, tocando la batería con su padre y en la escuela para niños con discapacidades. Falleció a los 20 años, después de una operación del corazón, pero su legado sigue vivo en la fundación que sus padres crearon en su memoria para ayudar a otras personas con síndrome de Rett a través de la música y el arte.